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“160° aniversario de la victoria centroamericana contra los filibusteros”.

Del 2 de mayo al 25 de junio de 2017                                                                   

EL 1º mayo fue declarado feriado en Costa Rica, mediante un decreto emitido por el ex Presidente de la República, Juan Rafael Mora Porras, desde octubre de 1857, con el propósito de recordar y rendir homenajes públicos a los soldados costarricenses, que participaron en la Campaña militar centroamericana que expulsó al invasor filibustero en Nicaragua.

En la ciudad de Rivas de Nicaragua, William Walker se rindió ante el oficial naval estadounidense, Charles Henry Davis, quien sirvió de mediador entre los filibusteros y la coalición Centroamericana. El 1° de mayo de 1857, la posición de Walker y los filibusteros se debilitó al verse rodeado por fuerzas de los ejércitos de Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, lideradas por el General José Joaquín Mora Porras.

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En recuerdo de este brillante desenlace militar, el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría preparó la exposición temporal: “160° aniversario de la victoria centroamericana contra los filibusteros”, la cual estará abierta al público desde el martes 2 de mayo, hasta el domingo 25 de junio de 2017. Dicha propuesta pretende mostrar, a través de tres distintos espacios expositivos, aspectos poco conocidos de la guerra librada, primero por Costa Rica y luego por Centroamérica unida, en contra de los filibusteros, entre marzo de 1856 y mayo de 1857.

Por medio de obras de arte, reproducciones ampliadas de daguerrotipos (antecedente de la fotografía), imágenes del “Álbum de Figueroa”, facilitadas por el Archivo Nacional, mapas y otros recursos didácticos, la exposición invita a sus visitantes, a conocer más acerca de la historia ligada al filibusterismo. Si bien desde los primeros años de la educación formal, se nos ha enseñado que Centroamérica luchó contra los filibusteros que acompañaron a William Walker, entre 1855 y 1860, poco sabemos sobre ¿quiénes eran esos enemigos?, ¿cómo eran?, ¿de dónde venían?, ¿qué buscaban?, ¿cuáles eran sus orígenes?; entre otras preguntas que pretende contestar esta exposición.

Por lo tanto, los tres espacios que integran la Sala José María Cañas Escamilla, situada en el segundo piso del Museo, desarrollarán temáticas alusivas al filibusterismo en Hispanoamérica, la Campaña militar centroamericana, entre 1855 y 1857, y su desenlace con la citada rendición de William Walker el 1º de mayo de 1857 y el fusilamiento de este infame personaje, el 12 de septiembre de 1860 en la localidad de Trujillo, Honduras. La distribución de las temáticas es la siguiente:

SALA 1. “Orígenes del filibusterismo”

Este espacio muestra los antecedentes históricos del filibusterismo en Hispanoamérica, cuya práctica se remonta a la época de los Piratas en las costas del Caribe español, entre los siglos XVII y XVIII. En dicha sala se presenta el significado de la palabra filibustero (Vrij Buiter), así como la distinción entre los conceptos de “Pirata”, “Corsario”, “Bucanero” y “Filibustero”. Además, se referencia a algunos célebres piratas del período colonial, así como las incursiones de algunos de éstos en el actual territorio costarricense: Matina, Nicoya y Esparza, principalmente.

Finalmente, se exponen los orígenes del filibusterismo estadounidense de mediados del siglo XIX, el cual estuvo inspirado en los ideales del “Destino Manifiesto” y la llamada “Doctrina Monroe”, vigentes desde 1630 y 1823, respectivamente. Las expediciones de William Walker en Centroamérica, por lo tanto, estuvieron asociadas con estas empresas estadounidenses de colonización, razón por la cual Walker inició su carrera como filibustero en 1850, cuando sepropuso colonizar los territorios del norte del Estado de California.

SALA 2. “¿Quiénes eran los filibusteros?”

Esta segunda sala de exposiciones presentará una serie de detalles poco conocidos, hasta por los ciudadanos e investigadores estadounidenses, en torno a los orígenes diversos de los filibusteros del siglo XIX, los cuales en su momento gozaron de cierta popularidad, debido a la expansión territorial de los EE.UU. hasta conquistar las costas de California y las extensas llanuras de Texas. Los filibusteros que arribaron junto con W. Walker a Nicaragua, desde 1855, fueron en su mayoría, hombres jóvenes, provenientes de las grandes ciudades norteamericanas, inmigrantes, desempleados, veteranos de guerra, o simplemente delincuentes, entre otros.

Para recrear el aspecto de estos singulares personajes de mediados del siglo XIX, se expondrán las reproducciones ampliadas, de casi 20 daguerrotipos de filibusteros, que por primera vez serán expuestos al público. Esta colección de imágenes, junto con algunas reproducciones de prendas de vestir y armamento original de la época, fueron donados al MHCJS en 2004, por el actor e investigador estadounidense, Paul Bolcik.

Además, en esta sala se expondrá una de las piezas más apreciadas de la colección del Museo. Se trata de una bandera cubana, recuperada el General guatemalteco José V. Zavala, el 12 de octubre de 1856, en el Cuartel de William Walker en la ciudad de Granada, Nicaragua. Esta bandera cubana fue llevada a Nicaragua en marzo de 1856 cuando Domingo de Goicouría y 32 cubanos se unieron a Walker, quien les prometió que una vez pacificada Nicaragua, les ayudaría a liberar a Cuba del colonialismo español, pero al ser engañados los isleños rompieron con el filibustero meses después.

Así, entre los meses de septiembre y octubre de 2016, la Dirección General del Museo Histórico Cultural Juan Santamaría gestionó traer a Costa Rica a la a maestra restauradora textil cubana, María Esther Rodríguez, para llevar a cabo un proceso de restauración y mantenimiento de este pieza de gran valor histórico continental.

SALA 3. “La unión hace la fuerza”

Finalmente, esta sala alude al proceso de integración de las fuerzas armadas centroamericanas, al mando del General José Joaquín Mora Porras. La rendición de William Walker, el 1º de mayo de 1857, fue posible debido a la avanzada de las tropas de vanguardia del ejército costarricense, a partir de diciembre de 1856, cuando salieron hacia la zona norte para navegar por el río San Carlos en Costa Rica, hasta el río San Juan en Nicaragua. Al mando del General Máximo Blanco, se tomaron puntos estratégicos del río, desde La Trinidad (Sarapiquí) hasta el Lago de Nicaragua. Se capturaron barcos de vapor y tomaron posesión de las fortalezas conocidas como Castillo Viejo y el Fuerte San Carlos.

Mientras tanto, cerca de la costa del Pacífico nicaragüense, las tropas centroamericanas acorralaron a Walker en la ciudad de Rivas, lo que obligó a su rendición, ante mandos oficiales del ejército estadounidense y regresó a California. Tras otras varias intentonas frustradas de recuperar el poder en Nicaragua, en 1860 fue hecho prisionero por las tropas británicas y tras su extradición a Honduras, fue sentenciado a muerte y ejecutado.

La exposición culmina con la transcripción del Decreto No. XVIII 26 de octubre de 1857, emitido por el ex Presidente de Costa Rica, Juan Rafael Mora Porras: “en recuerdo del triunfo completo de las armas de Centro América y de la rendición y expulsión de las fuerzas filibusteros, el día 1º de mayo será feriado y se celebrará en toda la República con la solemnidad posible, saludándose el pabellón, en la aurora de dicho día, con veintiún cañonazos”, JRMP. Además, se hace referencia a la escultura del “Monumento Nacional”, como símbolo material de la memoria del triunfo centroamericano contra los filibusteros.