Construir un ecosistema emprendedor robusto solo es posible a través de modelos y estrategias institucionales, ejecutadas por profesionales de calidad como parte del sistema de apoyo a los emprendedores. Estos profesionales, de distintos países de Latinoamérica, han asumido como propio el desafío de abrir nuevos caminos para el desarrollo empresarial a través de la propia experiencia, adquiriendo poco a poco las capacidades necesarias para hacerlo de manera efectiva y eficaz.